Killer Pet II (Jeff the Killer-Smile Dog)

Jeff The Killer se despertó en un hospital, exhausto luego de una pelea con el anormal Smile Dog. Llevaba 3 días internado, traído por un hombre misterioso que abandonó la ciudad.
Jeff tenía amnesia. Se veía tranquilo, cosa no muy natural en él. Esta vez llegó la enfermera y él no le hizo nada, le dejó cambiarse el vendaje del brazo (lleno de mordeduras) y demás.
-Esa mordedura está horrible, ¿cómo te la hiciste?- Preguntó la enfermera, intrigada.
-Esteeee... Un perro me atacó en la calle, yo estaba paseando tranquilo con un amigo, y llegó ese perro.- Por alguna razón Jeff no quería que ella supiera sobre Smile Dog. -¿Está segura de que mi cara no le asusta?.
-Bueno, al principio sí... pero ya me voy acostumbrando. A propósito, un señor te trajo aquí, y me pidió que te diera esto.- La enfermera le da a Jeff algo parecido a un papel envuelto en plástico negro.

Jeff lo recibe, quita el plástico, y ve una foto de un perro, con sonrisa humana, en tono rojo y una mano al lado. Ahí ponía:
-SPREAD THE WORD?- Jeff no entendía un carajo, y volteó la foto. -smiledog.jpg? Pero qué demonios?
-No sabría explicarte, el hombre me dijo: ''que nadie la vea, excepto él'' y se fué.
-Ya veo... Pero la foto, qué raro... ay... Ay!... ¡AAAAHH! ¡MI CABEZA!- Jeff empezaba a recuperar la memoria
-Oh, no. ¡Cuidado! ¡Está recapacitando!- Gritaba la enfermera mientras salía al pasillo.

En cuestión de segundos, el hospital era un desastre, la gente se atropellaba para salir, mientras Jeff iba entre la gente acuchillándola.
-¡Apartad, desdichados! ¡Que estoy muy cabreado!

Jeff salió del hospital y salió corriendo al bosque.
-Si Smile Dog salió de la nada las 2 primeras veces que vi la foto, aparecerá una tercera.- Dicho esto, corrió lejos con un cuchillo en la mano y la foto en la otra.

Jeff ya había recorrido kilómetros corriendo, y no encontraba más que árboles y césped, algo natural en un bosque.
-Mierda, ¿cuándo encontraré una casa?- Jeff entendía que smiledog.jpg aparecería si se ve su foto en una casa de apariencia antigua, así que estaba intentando hacer lo mismo que la 1era vez.

Ya llevaba un buen trecho hasta que vió un sanatorio abandonado, con el letrero más ilegible de Letreroilegiblelandia.
-Ah, qué hermoso. Excelente lugar para descansar.- Se dirige al sanatorio a planear una búsqueda más sigilosa.

Una vez dentro, se sienta a trazar un plan en su mente. Ya habiendo pensado un buen rato, se disponía a seguir su camino, pero de repente se oye una tonada aparentemente sin sentido, que sonaba y callaba sin avisar.

A veces se oían unas voces que parecían hablar un extraño idioma, que Jeff no lograba entender, y eso le cabreaba.
-Antes que nada, quitaré esa estúpida música.- Dijo, decidido, sin saber que podría arrepentirse de hacer eso.

Recorrió todo el edificio guiado únicamente por su oído y su instinto asesino.

Hasta que llegó a un jardín interior, con un tragaluz que ocupaba toda la parte del techo. Las plantas estaban marchitas, había más sangre que agua en los pozos y el sitio estaba lleno de cadáveres bañados en sangre y en un líquido rosa parecido a nata.
-¿Qué mierda es este lugar? ¿Por qué están todos llenos de nata? Bah, da igual, la música debe de provenir de por aquí.- Jeff empezó a buscar.

Efectivamente encontró una radio, que ponía esa tonada, y le dió un puñetazo en los botones,  se apagó.
-Ah, así está mejor, ahora, nos vamos.- Pero Jeff, a darse vuelta, vió algo parecido a la ''manguera'' de una aspiradora, y esta le soltó un humo rosa, y se quedó dormido.
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Jeff despierta. Está en un prado, soleado, con un poco de niebla, lleno de árboles. Al frente suyo hay una nota: ''sigue derecho y llegarás a mi casa''.
-¿Pero qué? Bueno, iré y mataré al bastardo que me trajo aquí.- Jeff no sabía en lo que se había metido.

Corrió lo más rápido posible para llegar, pues tenía un mal  presentimiento de todo esto. Al llegar a la casa, que estaba como camuflada bajo el pasto, aunque sobresalía, entró y vió todo desordenado.

En medio, una escalera en espiral que daba al techo, pegado a la pared había unas camas, llenas de sangre, cubiertas con una manta, y fuego al lado de ellas, y pegado a la otra pared una mesa, donde había un tipo sentado, con un disfraz morado, muy felpudo, con una antena en su cabeza.
-Eh, tú, ¿Eres el que me trajo aquí?- Preguntó Jeff
-...
-¿No dices nada?
-Si...
-¿Has sido tú?
-Si
-Date vuelta.
-...
-¡Que te des la puta vuelta para verte a la cara!

Entonces el disfrazado se da la vuelta, y se deja ver la cara, con una expresión de sufrimiento. En el vientre, una especie de pantalla, rota. Al momento de descubrirse deja ir un grito desgarrador, como si se lo estuvieran comiendo vivo, y desaparece.
-¡¿Dónde has ido?!- Jeff coge una linterna que había en la mesa y sale de la casa, pero ve una persona disfrazada de la misma forma, pero este era verde, y tenía la cabeza unos metros mas allá, y estaba repleto de sangre.

Ya estando fuera, se da cuenta que se ha hecho de noche.
-Este tipo es muy raro... ¿Por qué se habrá disfrazado de teletubby?- Jeff recordaba cuando miraba los Teletubbies siendo un crío.

Jeff fué corriendo, con la linterna encendida, pues no veía más que sus pies.
-Joder, ¿dónde estará?- De repente escucha el mismo grito que hace un rato, esta vez más fuerte, que tuvo que taparse los oídos. Alcanza a darse la vuelta y ve al teletubby que está gritándole en el oído. -Muévete, asqueroso hijo de puta! *le da un puñetazo y se tira sobre él*.

Jeff golpea al teletubby a diestra y siniestra, mientras él le grita a más no poder. Hasta que finalmente Jeff se echa para atrás, momento que el teletubby aprovecha para golpearlo él.
-Aparta!- Jeff le da un puñetazo, se incorpora y se aleja para pelear mejor. En ese momento el teletubby se tarda un poco en levantarse, y Jeff, convencido de haberlo matado, se va de ahí, para buscar la salida.

Va caminando un buen trecho hasta que llega a una especie de mini-playa y ve al teletubby amarillo, muerto, al lado de un árbol.
-Esto es exagerado.- Dijo Jeff mientras se acercaba al cadáver, que de repente se levanta. -¡¡OSTRAS!!- Jeff se sobresalta por la sorpresita, pero la exaltación le duró poco, pues el cadáver le tiró el mismo humo de hace un rato y se duerme.
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Jeff se despierta en la entrada del sanatorio, siendo lamido por un perro común y corriente.
-Ah... Mierda, ¿Qué pasó? Condenado teletubby, se me ha escapado.

Se levantó, se secó la cara, le dió una patada al perro, y fué a asaltar una carnicería. Al llegar ahí, todos se espantaron por su rostro, y él, indiferente, entró en la cocina, sacó un cuchillo, mató a todos los que se le cruzaron, y partió en busca de su perrillo.